I Tardes de verano...

Nubes rosadas cubren a lo lejos las colinas mientras una leve brisa intenta llamar la atención de su consciencia, ella está quieta concentrada solo en lo profundo de su respiración, intentó inspirar el aire suficiente como para estallar por dentro pero morir para los que buscan la muerte a veces no es tan fácil. Después de todo ella no esta convencida de querer morir pues hay mucho que la retiene aquí, el amor por ejemplo, mas de una vez escuchó que el amor todo lo puede, aunque aquella falacia siempre la hacía sonreír ya que el amor que ella tenía no podía hacer muchas cosas pero aun así era todo lo que tenia, tan pequeño como para caer en un corazón y ser trasladado de un lugar a otro y tan grande como para atarla de por vida a esta existencia coartada de muchas formas.
Cada día salía al patio con su silla a cuestas tan parte de ella como si misma desde que nació para mirar el horizonte hasta que las rosadas nubes pintaran el atardecer, amaba esos atardeceres multicolores, eran el único momento del día en el que ella respiraba profundo, era su forma de despedirse del día que se había ido.
Sabia que la esperaban mil atardeceres más desde que comprendió que sus piernas eran solo un adorno de huesos inamovibles allá donde terminaba su humanidad. Todo sería igual, al menos lo había sido los últimos 24 años…

Comentarios

Verònica ha dicho que…
Que fuerte Rara, me sensibilizò mucho leerlo, sì creo en que la fè y el amor mueven montañas, asique màs allà de esas piernas inamovibles puede haber un camino muy hermoso por andar, ya lo creo que si!!!! un abrazo GRANDE, Vero.
Anónimo ha dicho que…
te qro y gracias por saber acerme sonreir denuevo siempre
Anónimo ha dicho que…
...yo no quiero llegar asi a los 24

yo no quiero llegar a los 24


yo no quiero.
Anónimo ha dicho que…
tanta ternura escondida en nubes de colores con formas de conejos voladores :D

besito :)
Anónimo ha dicho que…
me encanto! como quiciera trasladar el hecho a la vida real..realmente poder tomarme el tiempo, cada nuevo dia, de despedirlo de esta forma...aunque a menudo lo hago, nunca se sacia esa necesidad por volver a ver el atardecer...por volver a suspirarlo y renacer todos estos setimientos..ese estar concientes de lo que nos mueve, lo que nos hace estar aqui...
bellisimas palabras!
un fuerte abrazo!
desde la creacion y para siempre... Eva!
Anónimo ha dicho que…
que te puedo dar un silencio o una palbra

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