Lluvia!

Hay nubes bajas...pensé esta mañana. Es increíble como la lluvia afecta mi estado de animo. Todo estaba predispuesto a ser un domingo como cualquiera, muchas palabras que almacenar en la memoria aún sin ser comprendidas del todo.
Comenzó a llover para saciar la sed del suelo, acá dentro comenzó otra tempestad aún mas grande que la de afuera...de alguna manera mi alma se manifestaba dejando rodar cálidas gotas por mis mejillas. No se si es humana aquella sensación de vacío, de no encontrar las respuestas correctas. Pero sabía sobremanera el motivo del llanto. Todas aquellas cosas guardadas, la combustión interna de pequeñas astillas que hieren cada una por su cuenta, dependiendo de la posición del alma.
Podía culpar a su desamor, a las intensas ganas de correr a decirle: aquí estoy; a la incomprensible fuerza que trataba de aprisionar en su pecho. Hay tanto que juzgar aca dentro, muchos motivos culpables de aquella calidez.
Sentirse vacía, sentirse insegura, sentirse sin ganas...respirando cada vez más profundo esperando que en alguna inspiración el aire no fuese devuelto, quedase allí, estancado junto a las ganas de volver a amanecer.
Se que tendré que volver a verle, tanto por ganas como por inercia, por masoquismo...y allí estará, interpretando la lluvia de otra manera, sonriendo tan ingenuamente que me duela...esperando que actúe con la misma pasividad de siempre...y allí también estaré yo, escondida, diciendole como me encanta y me afecta la lluvia, ocultandole como lo recuerdo cuando llueve.
Comentarios
aun queda magia cierto?