I Tardes de verano...

Quizás este es el momento de despertar de una vez por todas a la realidad …de dejar de cerrar los ojos para esquivar los obstáculos y de mirar hacia atrás para ver que hemos logrado estos cuatro años, porque, sí, a pesar de todo y de lo que muchas tratan de negar al fin y al cabo es una despedida decorada con muchas promesas surgidas cuando ya todas lloran…porque de una manera u otra todas terminan llorando, lloramos por lo que perdimos, por el cambio de la seguridad a lo desconocido, por dejar atrás lo que nos permitía odiar, a quien podíamos culpar de el poco tiempo y de las circunstancias y por alejarnos de lo que nos mantenía seguras. Porque queda el miedo a encontrarse luchando sola en momentos definitivos en cierta manera, porque se acaban las “patotas” o las duplas para hacer las cosas, cada quien tiene sus propios deberes y se va a enfrentar a nuevas personas y va a incluir en su mundo a nuevos seres y va a olvidar a otros cuantos. Pero así son las cosas…todo tiene sus pro y sus contra y mientras mas uno espera las cosas mas se demoran en ocurrir y hay otras que pasan muy rápido…la memoria falla y aunque no se quiera las cosas se olvidan o se desgastan con el tiempo, pero aun así uno puede enfrentarse a ese desgaste para no dejar partir lo que creemos importante…para no dejarlas partir.

11/11/07