somos un monton de miedos aferrados a la tierra

Intente olvidar todas las promesas para convertirlas en acciones
quise jugar a ser fuerte cuando ya había perdido la batalla
y esos susurros a lo lejos me envolvían, invisibles a la razón
y me ataron al lugar al que siempre he estado..
el sollozo de una niña pudo aplacar todo aquello por lo que me lamentaba
pero la melancolía no cesaba, los recuerdos continuaban cayendo
aun así pude volver a respirar


Sorprendí a mis miedos atacando mi indiferencia
cuando todo se hizo real
y desperté llorando sumida en la agonía de la cobardía
porque asumí que aquel era mi mayor valor
y todo ahora es inútil
porque el destino juega a dos caras
y nos transforma en marionetas de nuestros sentimientos
y todo es callar y sentir.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
yo se que la agonia de tu cobardia no es tu mayor valor

eresVALIENTE!!

en serio.

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